Unos hijos de la Chin@#$!!

El clima era frio, la neblina no me dejaba ver mas alla de unos pasos, en realidad no recuerdo si era de dia o de noche,el suelo era firme y parejo, en ningun momento senti miedo, ni frio, ni calor, ni nervios, el lugar era desertico, con un silencio eterno...no supe ni como, ni porque llegue hasta ahi. De pronto el salio de la penumbra y se me acerco, cruzamos la mirada y nos llenamos de emocion! Nos unimos en un fuerte abrazo de amigos, un abrazo fraternal de esos que le das a un viejo amigo que no has visto en años. El vestia de blanco completamente, con un pantalon y camisa de lino, se veia fresco, como si acabara de salir de la ducha y estuviera relajandose en el balcon de su casa o de vacaciones, su cabello igual que siempre, canoso, y peinado hacia atras, con las entradas en la frente bien pronunciadas.

Despues del abrazo me saludo, "Como estas cabron!? Que gusto en verte!!" "Muy bien! Gracias! Que sorpresa!! Que gusto en verte! Que haces aqui? Jamas crei volver a verte...y menos aqui..." le conteste mientras veia mi alrededor. "Pues aqui nomas pasandola, como vez?" me pregunto. Mis respuestas hacia el fueron mas preguntas, "Que bien, y que onda? Como funciona todo aqui? Aqui vives? Platicame!!" Con un suspiro y una sonrisa sarcastica me contesto, "Pues la verdad es que aqui esta medio aburrido cabron... Practimente tengo que quedarme aqui hasta que cumpla con mi condena y luego ya me dejan pasar al otro lado..." Su respuesta me lleno aun de mas dudas, "Como que condena? Porque?" volvi a preguntarle. Aun sonriendo el me contesto, "Si, has de cuenta que cuando llegas aqui, estos cabrones te leen la cartilla, te sentencian basandose en la forma en que te comportaste antes de llegar aqui..." "Chale, y cuanto tiempo te sentenciaron?" "Me dieron 1000 años ca...pero son unos hijos de la chingada, porque me dejan hacer lo que quiera, pero eso si todo tiene consecuencias." Mientras mas respuestas me daba el, me llenaba mas de preguntas yo, "Puedes hacer lo que quieras? O sea puedes regresar a tu casa y hacer lo que sea?" "Si, mira por ejemplo, puedo espantar a alguien, hablar con ellos, mover objetos...lo que se me de la gana, pero por cada vez que espante a alguien, le aumentan a la sentencia..." creo que la cara de pendejo que puse, lo inspiro para darme una demostracion, magicamente nos teleportamos a un restaurante. El lugar estaba lleno, meseros por todos lados, gente comiendo, platos rompiendose en la cocina, gerentes gritandole a los cocineros etc. El apunto hacia una de las mesas donde se encontraba un hombre obeso, vestido con un traje negro llenandose la cara con Spaguetti, la salsa de tomate escurria hasta caer en su plato de nuevo. "Mira, si yo quisiera me le aparecia a ese cabron y le metia un sustote que se lo llevaba la chingada de una buena vez, pero la verdad ni vale la pena, prefiero hacer esto mira..." entonces el agarro un salero que estaba frente al plato del gordo aquel, lo quito de ahi y lo coloco suavemente en la mesa vacia de enfrente. El gordo al ver lo sucedido, cambio su semblante, immediatemente broto sudor de su frente, abrio los ojos y casi se le atora una albondiga del susto! "Viste que pinche sustote le puse al mamon ese? Jajaja..." Fue verdaderamente de pelicula la reaccion del hombre aquel, no pude contener la risa y le dije, "que a toda madre! Jajaja..." El me contesto, "Yo se, pero como te decia anteriormente aca son unos hijos de la chingada y de seguro nomas por haber hecho esa pendejadita, me van a agregar unos 3 o 4 dias a los mil años que ya me habian dado..."

De repente, en un abrir cerrar de ojos regresamos al lugar aquel donde nos habiamos reencontrado, el lugar seguia igual, silencioso, tranquilo y lleno de neblina. No recuerdo, si intercambiamos mas palabras, si nos dijimos algun adios, si nos dimos otro abrazo, o si simplemente regrese yo solo al lugar aquel, lo unico que me quedaba era la adrenalina y la emocion de haber compartido aunque sea unos minutos esta experiencia tan real con mi tio Memo. Esa mañana desperte con un gusto enorme, un alivio y una alegria inigualable. Aunque fue solo un sueño, lo recuerdo como si hubiese sucedido de verdad. Han pasado casi tres semanas desde que tuve ese sueño y no lo he puedo olvidar. Es por eso que decidi compartirlo aqui, con ustedes pero a siendo sincero, preferira poder compartirlo con el personalmente, aunque se que eso no puede suceder. Es por eso, que le dedico este relato, este sueño a mi tio Guillermo Procel. El fallecio hace poco mas de tres años, aun asi con lagrimas en los ojos, lo recuerdo en este mismo instante como si lo hubiese visto apenas esta mañana. Descansa en paz Tio Memo...